Edición original: Red Hood and the Outlaws 10-14 USA
Fecha de salida: Mayo de 2013
Guión: Scott Lobdell
Dibujo: Ario Anindito, Kenneth Rocafort, Pascal Alixe, Timothy Green II
Formato: Tomo rústica, 112 páginas
Precio: 11,50 €
Si el primer arco argumental de la serie “Capucha Roja y los Forajidos” estaba centrado prácticamente en la figura de Jason Todd / Capucha Roja y en las posibilidades de redención, algo que compartía con sus compañeros, este segundo recopilatorio que nos ofrece ECC Ediciones cambia de protagonista para enfocarse en otro de los Forajidos: la princesa Koriand’r de Tamaran, alias Starfire.
Su pasado está lleno de tristeza y oscuridad, como la de cualquiera de los anti-héroes de la colección, habiendo nacido como una princesa del planeta Tamaran para convertirse en esclava como pago por la libertad de su pueblo, que no movió un dedo por ella. Eso ya es cosa del pasado y Koriand’r vive más o menos feliz en la Tierra.
Ahora, los tamarianos la necesitan pero el rencor y las dudas se apoderan de ella. Jason Todd y Roy Harper son su actual familia y poco le importan los habitantes de Tamaran, pero cuando el destino de un planeta entero está en juego hay que replantearse las prioridades.
Scott Lobdell y Kenneth Rocafort vuelven a orquestar una historia algo atípica en la que el equipo de anti-héroes deberá verselas contra un ejército de invasores fuera de su escenario habitual.
Pero, ¿para montar una Guerra de las Galaxias es suficiente con homenajear uno de sus pósters en la portada y hacer promesas o se necesita algo más que eso para estar a la altura?
Pues respondiendo a la pregunta, hace falta algo más que eso, por supuesto. De hecho, la historia se le ha ido de las manos a Lobdell, que ha querido abarcar mucho y al final se ha convertido en una historia de esas en las que los protagonistas van de un sitio a otro golpeando y haciendo explotar cosas sin mayor trasfondo que ése.
En el primer tomo, “Capucha Roja y los Forajidos: Redención”, a pesar de la acción desenfrenada que había, se ofrecía información al lector en todo momento, se daba un trasfondo a las situaciones y no quedaba una extraña sensación de vacío al leer. A esto podemos sumarle el hecho de que Lobdell parece haberse olvidado de la trama del primer arco y empieza a escribir algo que no tiene absolutamente nada que ver, con lo que el tomo descoloca desde la primera página (recordemos que además en medio nos falta el #9 por estar incluido en “Batman” #9 y enmarcado en “La noche de los búhos”). Por si esto no fuera poco, la estructura de la trama es bastante similar y eso le resta bastante originalidad al conjunto.
En el arco titulado “Redención”, Capucha Roja y los Forajidos se veían envueltos en mitad de una guerra entre dos cultos secretos, habiendo pertenecido Jason a uno de ellos. En “La historia de Starfire”, Capucha Roja y los Forajidos se ven envueltos en una guerra entre un ejército invasor y los tamarianos, pueblo al que pertenece Starfire. En esencia, con alguna que otra salvedad, es lo mismo con otro protagonista y en otro escenario.
En comparación con el anterior volumen éste sale perdiendo, pero se pueden destacar un par de puntos interesantes que, por otro lado, parece que no han sabido explotar bien. El primero es el de los “otros” invasores de Tamaran, aunque por respeto a quién no lo haya leído y tenga intención de hacerlo no vamos a profundizar más. No obstante, eso podían haberlo hecho y se queda todo muy descolgado, sin saber quiénes son o cómo han llegado ahí. Probablemente lo explicarán más tarde, e incluso la hermana de Kori lo menciona, pero eso de hacer tramas de largo recorrido sin un plan que haga que después todo encaje perfectamente está reservado solo para algunos genios del guión.
Una prueba de esto último es la incoherente personalidad de Starfire. En el anterior volumen nos la presentaban como una alienígena con una forma de percibir la realidad diferente a la de los humanos, por eso no recordaba caras, sucesos o no sabía distinguir a algunas personas, además de vivir de forma más despreocupada. Ahora ya no es así. Es una Starfire más parecida a la de antes de Flashpoint.
Otro punto interesante es el dibujo. Kenneth Rocafort es un maestro del lápiz y cada vez me gusta más lo que hace. Las escenas de acción que representa son espectaculares, así como los escenarios enormes y llenos de detalle o la belleza con la que consigue plasmar a sus chicas. El problema es que Kenneth Rocafort está solo en los números 10, 11 y 12. El #13 lo dibuja Tim Green II y el #14 Pascal Alixe, que no deslucen el resultado final, pero en ocasiones se echa de menos a Rocafort.
ECC ha optado en esta ocasión por editar un volumen menor que el anterior para cuadrar las series con “La muerte de la familia”, el evento que supone el regreso del Joker tras un año de ausencia, una decisión nada cuestionable que sirve para poner una pausa entre arcos argumentales, aunque el final de este tomo enlace directamente con el crossover. Sin embargo, sí que hay un punto criticable de la edición. ECC ha decidido que la imagen representativa del volumen, la que va en el lomo y en la portada, sea un dibujo de Isabel, la azafata con la que Jason tiene una cita y que irremediablemente se ve arrastrada con ellos hasta Tamaran. Dejando a un lado que ese es el peor dibujo del personaje, ¿no hubiera sido más lógico elegir a Capucha Roja, a Arsenal o, sobre todo, a Starfire?
En fin, todo esto para decir que el tomo es entretenido pero carece de originalidad y de profundidad. Después de un primer arco argumental bastante decente, parece que Scott Lobdell se ha dormido esperando a que la historia se construyera sola. La trama de los Sin Nombre se olvida por completo y se construye una nueva de la nada, que curiosamente parte de una base similar a la primera y que finaliza con una aparición de Superman un tanto forzada. Sin embargo, no podemos olvidar que la acción está excelentemente representada y el dibujo cumple de sobras con lo que uno podría esperar. El problema viene cuando ese dibujo no se ve acompañado por un guión a la altura de las circunstancias.
A menos que tengáis intención de completar todos los números esperando a que mejoren o que el dibujo de Kenneth Rocafort os encante (cosa probable), os podéis ahorrar el viaje a Tamaran y esperar al regreso a la Tierra, con la amenaza del Joker.
Tamarán es el nombre original de Gran Canaria.
Acá la serie comienza a empeorar
Si Capucha Roja / Jason Todd es amigo de Roy Harper, ¿hay alguna posibilidad de verlo en Arrow?